CAPÍTULO 12
- En aquel tiempo pasaba Jesús en sábado por medio de unos sembrados;
sus discípulos tuvieron hambre y comenzaron a arrancar unas espigas y a
comer.
- Viéndolo los fariseos, le dijeron: Mira que tus discípulos hacen lo
que no es lícito hacer en sábado.
- Pero él les respondió: ¿No habéis leído lo que hizo David y los que
le acompañaban cuando tuvieron hambre?
- ¿Cómo entró en la Casa de Dios y comió los panes de la proposición,
que no les era lícito comer ni a él ni a sus acompañantes, sino sólo a los
sacerdotes?
- ¿Y no habéis leído en la Ley que los sábados, los sacerdotes en el
Templo quebrantan el descanso y no pecan?
- Os digo que aquí está el que es mayor que el Templo.
- Si hubierais entendido qué sentido tiene: misericordia quiero y no
sacrificio, no habríais condenado a los inocentes.
- Porque el Hijo del Hombre es señor del sábado.
- Y partiendo de allí entró en la sinagoga,
- donde había un hombre que tenía una mano seca, y le interrogaban si
es lícito curar en sábado, para acusarle.
- El les respondió: ¿Quién de vosotros si tiene una oveja y se le cae
en día de sábado dentro de un hoyo, no la agarra y la saca?
- Pues cuánto más vale un hombre que una oveja. Por tanto, es lícito
hacer el bien en sábado.
- Entonces dijo al hombre: Extiende tu mano. Y la extendió y quedó
sana como la otra.
- Al salir los fariseos tuvieron consejo contra él para ver cómo
perderle.
- Pero Jesús, sabiéndolo, se alejó de allí, y le siguieron muchos y
los curó a todos,
- y les ordenó que no le descubriesen,
- para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías:
- He aquí mi Siervo a quien elegí, mi amado en quien se complace mi
alma. Pondré sobre él mi Espíritu y anunciará la justicia a las naciones.
- No disputará ni vociferará, nadie oirá sus gritos en las plazas.
- No quebrará la caña cascada, ni apagará la mecha humeante, hasta
que haga triunfar la justicia;
- y en su nombre pondrán su esperanza las naciones.
- Entonces le trajeron un endemoniado ciego y mudo. Y lo curó, de
manera que el mudo hablaba y veía.
- Y toda la multitud se asombraba y decía: ¿No será éste el Hijo de
David?
- Pero los fariseos, al oírlo, dijeron: Este no expulsa los demonios
sino por Beelzebú, príncipe de los demonios.
- Jesús, conociendo sus pensamientos, les dijo: Todo reino dividido
contra sí mismo será desolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí
misma no podrá subsistir.
- Si Satanás expulsa a Satanás, está dividido contra sí mismo. ¿Cómo
puede entonces subsistir su reino?
- Y si yo expulso los demonios por Beelzebú, ¿vuestros hijos por
quién los expulsan? Por eso, ellos serán vuestros jueces.
- Por tanto, si yo expulso los demonios por el Espíritu de Dios, es
que el Reino de Dios ha llegado a vosotros.
- ¿Cómo puede alguien entrar en la casa del fuerte y saquear sus
enseres, si antes no ata al fuerte? Sólo entonces podrá saquear su casa.
- El que no está conmigo está contra mí, y el que no recoge conmigo
desparrama.
- Por tanto, os digo: Todo pecado y blasfemia se perdonarán a los
hombres; pero la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada.
- A cualquiera que diga una palabra contra el Hijo del Hombre, se le
perdonará; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no se le perdonará
ni en este mundo ni en el venidero.
- Una de dos: O tenéis por bueno el árbol y bueno su fruto, o
declaráis malo el árbol y malo su fruto. Por el fruto se conoce el árbol.
- Raza de víboras, ¿cómo podéis decir cosas buenas, siendo malos?
Pues de la abundancia del corazón habla la boca.
- El hombre bueno del buen tesoro saca cosas buenas, pero el hombre
malo del tesoro malo saca cosas malas.
- Os digo que de toda palabra vana que hablen los hombres darán
cuenta en el día del Juicio.
- Por tus palabras, pues, serás justificado y por tus palabras serás
condenado.
- Entonces algunos de los escribas y fariseos se dirigieron a él,
diciendo: Maestro, queremos ver de ti una señal.
- El les respondió: Esta generación malvada y adúltera pretende una
señal, pero no se le dará otra señal que la del profeta Jonás.
- Pues así como estuvo Jonás en el vientre de la ballena tres días y
tres noches, así estará el Hijo del Hombre es el seno de la tierra tres
días y tres noches.
- Los hombres de Nínive se levantarán con esta generación en el día
del Juicio y la condenarán; porque se convirtieron ante la predicación de
Jonás, y ved que aquí hay algo más que Jonás.
- La reina del mediodía se levantará con ésta generación en el Juicio
y la condenará; porque vino de los confines de la tierra para oír la
sabiduría de Salomón, y ved que aquí hay algo más que Salomón.
- Cuando el espíritu inmundo ha salido del hombre va errante por
lugares áridos en busca de descanso, pero no lo encuentra.
- Entonces dice: Volverá a mi casa, de donde salí. Y al llegar la encuentra
desocupada, bien barrida y en orden.
- Entonces va y toma consigo otros siete espíritus peores que él y
entrando habitan allí, con lo que la situación final de aquel hombre
resulta peor que la primera. Así ocurrirá a esta generación malvada.
- Aún estaba él hablando a las multitudes, cuando su madre y sus
hermanos estaban fuera intentando hablar con él.
- Alguien le dijo entonces: Mira que tu madre y tus hermanos están
fuera intentando hablarte.
- Pero él, respondiéndole, dijo: ¿Quién es mi madre y quiénes son mis
hermanos?
- Y, extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre
y mis hermanos.
- Pues todo el que haga la voluntad de mi Padre que está en los
Cielos, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre.
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